Después de 40 newsletter, 10 meses de proyecto y más de chopocientos (así a ojo) emails respondidos… hay una frase que no dejo de leer y se repite muchísimo.
La he leído en diferentes formatos, tamaños y colores. Pero en esencia dice así 👇
Suena bien esto de ganar tiempo pero yo no sé qué podría automatizar.
¿Te suena a ti también? ¿Es algo que podrías haber dicho tú?
Tranquilidad.
Es completamente normal. Yo también estuve ahí y me costó bastante entender el porqué de ese pensamiento.
Alguien te está haciendo trampas
Y es posible que ese «alguien» sea tu cerebro 🧠🧠
→ A tu cerebro le encanta ser protagonista.
→ Y sentir que lleva el control.
→ Y, sobre todo, le flipa hacer las tareas que deberías estar automatizando.
⚠Ojo: Esto no le pasa a todo el mundo… pero es realmente común.
Tu cerebro te sabotea para que no detectes los patrones de esas tareas mecánicas y repetitivas que podrías quitar de tu agenda gracias a la automatización.
Porque, si lo hicieras, podrías dedicarte a tareas más creativas donde tus neuronas aportaran mucho más valor. Pero eso le supondría muchísima más carga cognitiva a tu cerebro.
Lo que conseguí aprender aquí hace un tiempo es que mi cerebro (y seguramente el tuyo también) trabaja para economizar su energía. Y pensar le cansa.
Así que “te convence”, casi sin querer, de que la automatización no es para ti. Porque todo lo que tú haces necesita de tus dos manitas.
Y mira que a mí me gusta pensar, dispersarme y ponerme creativo.
Pues, aún así, el ****** de mi cerebro me sigue diciendo de cuando en cuando que siga con las tareas mecánicas, que ahí somos muy importantes y que no podemos automatizar eso.
Así que toca actuar.
Cambiar el chip
Para desplegar toda la capacidad automatista necesité “reprogramar” mi cerebro para conseguir saltarme ese sabotaje.
Llámalo hábitos, rutinas, hacks, trucos… lo que quieras. Pero me funcionan.

Te cuento 4
1️⃣ Huye de las automatizaciones de museo
Esto ya lo he comentado en algún correo anterior.
Ver solamente automatizaciones ya montadas, con herramientas que a veces no utilizas y sin el contexto de cómo o por qué se han implementado puede tener un efecto muy parecido al que tienes cuando ves un cuadro en el museo.
Que pienses “qué bonito es esto pero yo no sería capaz”.
Intenta romper ese efecto museo y analiza:
→ Qué proceso ha motivado esa automatización.
→ Qué parte podrías trasladar a tus tareas diarias.
2️⃣Pasa del quién al cómo
Otro cambio de mentalidad interesante solo aplicando una pregunta interior:
Cada vez que te llegue una nueva tarea que hacer, no pienses cuándo la vas a hacer o quién la va a hacer (si tienes equipo).
Párate a pensar CÓMO vas a resolverla.
Ese cambio de pregunta hará que se rompa esa automatización de tu cerebro para estar presente y que puedas tomar más consciencia de los sistemas y patrones que vas a tener que ejecutar.
Así, igual te sorprendes viendo que hay partes que podrían ser perfectamente automatizables.
3️⃣Hazlo simple
Al hilo de esas “partes”.
Olvídate de automatizar procesos y sistemas completos dentro de tu negocio.
Rompe cada proceso en pequeñas tareas y trátalas como nuevos procesos en sí mismos.
Tal vez no tengas la capacidad (ni tenga sentido) de automatizar todo un servicio completo de decenas de pasos. Pero igual sí eres capaz de automatizar pequeños procesos mecánicos y tareas administrativas al principio o al final.
4️⃣Coloca puntos de control
Este es muy clave. Y el que yo estoy aplicando desde hoy y durante unos días.
Para intentar sortear el sabotaje de mi cerebro, cada X meses (en mi caso ahora mismo es cada 3-4 meses) me pongo como tarea analizar durante varios días de manera detallada a qué narices le dedico mi tiempo.
Intentando ser lo más detallado posible.
Créeme si te digo que aún hoy me sigo encontrando muchísimos procesos que inconscientemente estoy haciendo a mano y serían 100% automatizables.
(Luego ya veré si los implemento o no. De momento lo que quiero es ser consciente de ello).
Ser consciente
Porque, como te decía al principio… no tienes que creerte todo lo que piensas
- Apuntar en un calendario fechas señaladas, es automatizar.
- Programar una reunión en Zoom, Meet o Teams, es automatizar.
- Hacer la lista de la compra (aunque la lleves en un papel), es automatizar.
- Utilizar un programa de facturación, es automatizar.
- Reservar restaurante o pista para el pádel desde una app del móvil, es automatizar.
- Incluso ponerte la alarma en el móvil… también es automatizar.
Recuerda que automatizar no es más que «configurar una tarea o proceso para que funcione de manera autónoma, permitiéndonos liberar nuestra mente para centrarla en otras tareas más importantes».
Así que dale la vuelta a ese pensamiento de que «no sabes qué podrías automatizar» y párate por un momento a pensar qué procesos ya estás automatizando en tu día a día.
Si quieres profundizar en cómo activar ese cambio de chip para poner a tu cerebro remando a tu favor_
→ En el audio #6 de Mentalidad Automatista te cuento otros 4 hábitos para hackearlo.
Y si te vienes muy arriba y quieres ir al siguiente nivel…
→ También lo vemos en la lección 1.6 del Desafío Automatista
Yo voy a seguir con mi revisión trimestral, automatista!👋
Santy
PD: me preguntaban ayer que cuándo iba a subir de precio el audiocurso de Mentalidad Automatista. Seguramente cuando me digan un par de veces más que es demasiado barato 💰
PD2: si quieres contarme qué procesos has detectado que ya automatizas “sin darte cuenta”, soy todo oídos. U ojos, en este caso 👀
PD3: si crees que tu cerebro funciona diferente, cuéntamelo también. Me encanta poder analizar otros enfoques sobre esto.