fbpx

¿Mi abuela es automatista y tú no?

Andaba el otro día arreglando el mundo con Ubaldo Hervás y, entre divagación y divagación… terminamos en un punto que me hizo reflexionar y escribir el mail de hoy.

(Si no lo tienes en el radar, Ubaldo es un crack en analítica y una de esas personas con las que da gusto arreglar el mundo).

El asunto es que terminé contándole cómo empecé en esto de las automatizaciones y sobre la marcha fui reflexionando sobre cómo ese origen marcó mi forma de entender la automatización.

Y de ahí a dos cosas

  • Por qué pienso que mi abuela es automatista.
  • Por qué tú también eres más automatista de lo que crees.

Déjame que te cuente y ya luego juzgas si me ha dado demasiado sol en la cabeza.

El origen de todo

Hablamos de 2018. Estábamos en la primera explosión del marketing automation, los negocios en piloto automático, ingresos pasivos y otras vainas que me daban (y me dan) algo de urticaria.

Para mí, automatización = marketing automation = bots primitivos con los que era imposible hablar.

Hasta que llega Víctor Campuzano y en un curso de productividad (que me voló la cabeza, por cierto) empieza a hablarme de aprovechar Integromat para conectar Todoist con Google sheets y no tener que andar copiando y pegando datos como un loco.

Esa es la clave 😊😊

La diferencia entre “Montar un negocio automatizado” y “aprovechar la automatización para eliminar un proceso tedioso” me dejó marcado hasta ahora.

Intento resumírtelo en 4 principios que me han ido acompañando desde entonces.

Mis 4 principios automatistas

La automatización no te sustituye, te complementa

Tanta película de robots nos ha metido el miedo en el cuerpo con que las máquinas nos quitarán el trabajo.

Y a veces me cuesta mucho transmitirle esto a clientes (o a empleados de clientes más bien).

No debemos entender la automatización como “competencia” de nuestro trabajo sino como una herramienta que nos permite complementar nuestras capacidades y hacer nuestro trabajo más eficiente.

Embudos VS Procesos

Por eso creo que en mi cabeza siempre pienso en automatizaciones como la evolución de procesos independientes que ayudan a mejorar un sistema mayor.

Y no tanto en diseñar sistemas 100% autónomos en piloto automático.

Lo que nos lleva a uno de los mantras que también le contaba a Ubaldo

Automatizar para humanizar

Decía Elbert Hubber que “Una máquina puede hacer el trabajo de 50 personas corrientes. Pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un persona extraordinaria”.

Y, aunque la frase tiene más años que tú y que yo juntos, sigue teniendo razón.

Eso nos lleva a evaluar cada proceso que queremos automatizar desde el prisma de:

¿Humano aporta más que máquina? Lo hace humano

¿Máquina gana a humano? Tarea para máquina.

Debemos buscar cómo liberar tiempo absurdo para dedicarlo a donde realmente aportamos valor como humanos. ¿Fácil, no?

De la mente a la herramienta

Por eso tampoco entiendo la automatización desde la herramientitis, como te decía la semana pasada.

Defiendo que aprender a automatizar va más de hackear tu cerebro 🧠 que de saber usar la herramienta de turno.

Spoiler: tu cerebro está in love ❤ con las tareas que deberías empezar automatizar y hasta que no soluciones eso no tiene ningún sentido que te plantees metas mayores.

Vamos, que te va a tocar hacer MUCHAS cosas a mano antes de pensar en ese piloto automático.

Lo de mi abuela (y lo tuyo)

Mucha gente me dice que “no automatiza nada”, “que eso de automatizar es para otros” y que lo ven “muy complicado para empezar a estas alturas”.

Mira, deja que te cuente mi definición de automatización y por qué creo que ellos, mi abuela y tú sois más automatistas de lo que pensáis.

Para mí, automatizar es “cualquier tarea o proceso que configuramos para que funcione de manera autónoma, permitiéndonos liberar nuestra mente para centrarla en otras tareas más importantes”.

Desde ese punto de vista:

  • Cuando mi abuela apunta en un calendario cuándo son los cumpleaños de sus nietos, está automatizando.
  • Cuando te plantas un post-it en la nevera, estás automatizando.
  • O cuando haces la lista de la compra en la app de notas del móvil… sí, también estás automatizando.

Que no solo de Make viven los automatistas 😉

Y ahora me retiro como Homer entre los setos y te dejo pensando un poco más sobre cuántas cosas “automatizas” para mejorar tu día a día.

Hasta el jueves!👋

Santy.

PD: la brisa Marina tinerfeña me está ayudando bastante a perfilar novedades que llegarán en septiembre… yo te lo voy dejando caer, que luego todo son prisas.

¿Tu primera vez por aquí?

Cada jueves envío un e-mail con un consejo accionable para mejorar tu relación con el tiempo y que puedas dedicárselo a lo que realmente importa.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acepto la política de privacidad *