Llevo tiempo reflexionando sobre la cantidad de contenido que generamos: newsletters, entrevistas, charlas, cursos… Contenido que preparas, que aporta valor (o intenta) pero que resulta tremendamente efímero.
Así que ahora que acaba el año estoy aprovechando para terminar de darle forma a un plan que me estaba comiendo bastante la cabeza.
Y quería contarte cómo iba la cosa.
Por cierto, si pensabas que iba a volver a hablar del Ideario Automatista. No, eso lo dejo para otro día. Hoy volvemos a la newsletter automatista «habitual».
(Aunque sí que te digo que queda poquito para el 27 y cada vez empiezo a tener más dudas de si llegarán las 100 plazas lifetime o se acabarán antes 😯😯)
(Vaya letruja que tengo.
No esperaba que esto saliera del cuaderno a casi 3.000 personas 😅😅😅)
Reciclar
Aprovechar
Alcanzar
Crecer
Investigar
Probar
Sistematizar
Escalar
… y volver a empezar.
Son algunos verbos que me acompañan en esta reflexión y que están cristalizando en un plan: construir una máquina para reaprovechar mi propio contenido.
Contenido que publico, colaboraciones que hago o reflexiones que tengo sobre otros materiales que consumo (libros, pódcast, cursos…). Todo centralizado y estructurado para que me resulte fácil y eliminar fricciones.
Lo estoy montando con Airtable + Make + alguna herramienta extra (alguna de las que te conté de appsumo incluso). Pero, como ves arriba, todo empieza en papel.
Y se organiza en torno a 4 pilares que se enlazan en cascada:
- Fuentes → las agrupaciones de contenidos. Puede ser un curso, pódcast, charlas de WordCamps…
- Contenido → el contenido en sí. Una lección de un curso, la grabación de la charla, un enlace a una entrevista en Youtube.
- Piezas → la esencia/reflexión a compartir. Puede ser un extracto en vídeo, un hilo en Twitter, una cita corta, un audiograma…
- Publicaciones → cuando una pieza pasa a publicarse en una red social. Con una fecha y hora concreta, KPIs que me permitan entender si gusta o no, si tiene sentido darle una vuelta más.
Y ahora… ¿qué? A poner la máquina a correr y olvidarme de todo.
Jeje. No. A poco que me hayas leído… sabes que eso no me va.
Automatizar para humanizar.
El fin último no es inundar Twitter o LinkedIn de contenido vacío ni ser el vendemotos de turno.
Lo que quiero es facilitar la difusión, llegar a más personas y conseguir establecer mejores conversaciones. Quitarme la parte que me bloqueaba (por repetitiva y muy poco gratificante) y centrarme en la de conectar mejor con la gente.
Vamos, el automatizar para humanizar que no me cansaré de repetir.
Algunas claves del proceso, por si te sirven:
- A construir una máquina así… se empieza con papel y boli. Y de esa burra no me bajo (hola, Patxi! Espero que leas esto).
- Para pintar la máquina… antes hay que meterse al barro. Por eso llevo un tiempo retomando el hábito a mano de publicar en Twitter y LinkedIn. Cambiando frecuencia, formato, tono… hasta ver con qué me encuentro cómodo.
- Casi me meto una leche montando algo que tenía sentido para mí… pero que luego no tenía retorno. Escuchar e investigar antes de montar.
Seguiremos informando, automatista! 👋🏻👋🏻
Santy
PD: no solo de automatizar vive uno. Se llega más lejos acompañado, por eso mucha parte del trabajo se lo he delegado a Irene (mi AV) antes de automatizarlo. Pero eso lo dejamos para la parte 2 me parece.
PD2: se me está calentando la cabeza con una cosa para el ideario… pero te lo cuento el lunes también.
2 respuestas
Leí esta declaración de desarrollo la primera vez y no lo entendía. Creo que era porque tenía la mente en otra cosa en ese momento.
Ahora, y luego de leer la parte 2, me vine a la 1 como uniendo los puntos y zaz!
Lo he captado completito!
Y es que el contenido propio se pierde fácil, Santiago!
Por eso, entiendo ahora que quieras coger el toro por los cachos en tal sentido.
Y hasta me animaría a montar la mía propia.
Saludos.
Es fantástico ese momento en el que las piezas encajan, Arnaldo! 🧩🧩