— ¿Y por qué no se lo cuentas tú mejor?
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Así, más o menos, fue la conversación del martes con una buena amiga del sector y que provocó algo que no había hecho nunca en las 88 ediciones anteriores: dejarla a los mandos de esta newsletter.
Esta vez no es que porque «no me da la vida». Es porque me apetece que leas a otros cerebros que comparten la filosofía Automatista que suelo contar por aquí:
🧭 Estrategia > 💡Ideas > 🛠️Herramientas.
Ella pasó por el Desafío Automatista en la tercera edición pero, mucho antes de eso, creo que fue de las primeras personas que destacó que el valor de esta newsletter iba a más allá de las herramientas y estaba en la Mentalidad.
Explica de maravilla y con todo detalle los jardines en los que se mete y las motivaciones que hay detrás (y encima enseña a otros a tomar esas decisiones con sus proyectos). Así que no se me ocurre nadie mejor para hablar de estrategia en proyectos digitales.
Y de cómo todo encaja con la automatización de procesos.
Te dejo con ella para que se presente y te cuente el último de esos jardines:
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En cuanto termine estas líneas tengo que seguir montando el CRM personalizado para el lanzamiento de un cliente con Airtable, sus Interfaces, Calendly y Woocommerce.
Y lo haré triste, porque me toca usar Zapier en vez de Make 😥
Hola, soy Noemí Carro y me dedico a la estrategia digital. De negocio, de marketing y, consecuentemente, de lanzamientos.
La mayoría de automatizaciones que llevo a cabo tienen que ver o bien con mi gestión del trabajo (maravilloso CRM que tengo en Airtable) o bien con esos lanzamientos.
Pero en todas esas automatizaciones entra siempre en juego algo muy importante que Santi denomina “mentalidad automatista” y que yo asimilo claramente al paso previo de la visión estratégica.
Me explico:¿Por qué sé que el CRM que tengo que terminar en un rato va a usar esas herramientas y no otras? Es decir: ¿para qué va a servir ese CRM? Esa es la pregunta.
Pues va a servir para controlar las ventas de un curso de casi 2K€ cuyos clientes potenciales son procedentes de unas 12 o 13 fuentes distintas. Ventas que se hacen por llamada, aunque cabe la posibilidad de que alguna se haga directamente sin llamar.
Y entonces, ¿qué necesitamos?
👉 Pues sabiendo que esto es un lanzamiento y necesitamos medir hasta el último momento qué pasta recuperamos con cada inversión en adquisición, es decir, de qué sitio exacto procede cada persona que reserva la llamada primero, y compra después…
👉 Que necesitamos ser capaces de controlar en qué estado están cada una de las llamadas pendientes de hacer (si comparecen o no), y hechas (si pagan de esta o cual manera, si han ingresado ya…)
👉 Que necesitamos comunicarnos ágilmente con emails reiterativos con cada una de esas personas que quiere comprar (recordatorios para reservar de nuevo si no aparecen, información sobre el pago dependiendo del tipo de pago…)
👉 Que necesitamos controlar al dedillo las ventas realizadas en Woocommerce.
👉 Que nos interesa calcular y controlar la conversión en tiempo real (cuántos de los que reservan, según de dónde procedan acaban comprando).
(⚠ Esto es especialmente importante para comprobar si nuestras expectativas eran correctas o no. Suelo ser moderada en ellas porque no prometo cosas que no puedo cumplir.)
Pues por eso, después de ese planteamiento estratégico, tomamos una decisión operativa que implica el combo Airtable, Calendly y Woocommerce.
Pero mucho antes de eso nos hemos echado un buen ratito pensando y dibujando en papel y en digital qué caminos seguirá cada persona que puede comprar y cómo vamos a asegurarnos de que tenemos un control total de cada cliente potencial en cada momento de su viaje… y de que le contamos lo que le debemos contar.
La mentalidad automatista es ese pararse a pensar. Ver qué necesito en realidad, dónde estoy y qué tengo a mano.
Y luego está el qué quiero conseguir y cómo voy a conseguirlo.
Vaya, la ESTRATEGIA. Que luego se escriba en una servilleta o tenga un poquito más de complejidad, no es importante.
Lo que importa es que esa estrategia marca la dirección del resto de decisiones, el hueco en el que tenemos que hacer las cosas si queremos llegar a ese lugar.
Y que si no se plantea correctamente… la vas a liar. Tiempo, dinero y renuncias que caen en saco roto. Un altísimo coste de oportunidad, lo mismo me vale al automatizar que al llevar un negocio como se debe.
De eso sé un rato porque llevo +100 clientes asesorados en 4 años (y unos cuantos errores propios). De esos +100 clientes, +30 lo han hecho a través del programa Diseña tu Estrategia Digital, que cierra sus puertas de la 5ª Edición el próximo lunes.
No sé si estás en el momento de darle una vueltecita a la estrategia de tu negocio. Si lo estás, ahondar en la mentalidad automatista es un comienzo.
🔹 Preguntarte por qué quieres hacer lo que quieres hacer.
🔹 Poner en tela de juicio tus premisas más básicas.
🔹 Preguntarte otra vez si la hoja de ruta que te planteas te ayuda realmente a llegar donde quieres llegar… o hay una forma más sencilla, que genere más impacto (la suele haber).
🔹 Valorar los riesgos que pueden ocurrir, y ocurrirán. Cómo te protegerás frente a ellos.
🔹 Y cuánto te va a costar, y cuánto vas a tardar en recuperar lo que cuesta.
La mentalidad automatista, como digo, es un comienzo.
El siguiente paso después de ese comienzo, uno que genera un 95% de satisfacción y marca un antes y un después en los negocios que entran… es aquí.